Skip to content

Ante el banquete

Sé mi Salomé. Arrópame. Baila y bebe y susurra mi nombre mientras inscribo tu nombre en el nombre de todas las flores. Te daré todas las cabezas, te haré reina de mil coronas, tendrás caprichos que no han encontrado nido en corazón alguno, te daré sueños que un profeta no vislumbra. Te sentarás en éste, mi imperio; amasaré un pueblo que te adore a mis pies. Serás la espuma que nunca muere en la playa: cada grano de tus recuerdos ya es memoria en todo.

Tendrás todo, mi Salomé. Incluso te daré tu sangre de vuelta.

Loading
Escritor. Lugar común: perfil obsesivo compulsivo, pero es cierto y útil en producción editorial. Editor, traductor, corrector de estilo.
Suele dibujar situaciones autobiográficas y momentos sensibles e imaginarios que la han llevado a tener un mundo paralelo. Ama el arte en cada una de sus expresiones y a los que viven para crear.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Antes de la lluvia

Tempestad

Avanza el calor sobre las piedras, la flor perseverante y serena, abre su corona. Luego, inicia la tempestad.

El poema del amor

Pena

Lee como si me aullaras como si en tu boca se fueran a gastar todas mis letras esa boca que es boca mía…

El monte

Infancia

Cano siempre fue un niño ensimismado y cabizbajo. Eran contadas las ocasiones en que salía a jugar con nosotros, eso es cierto. No…

Me das fuego por favor

Humo

Emerger como un héroe a través del humo de tu cigarro, agitar esas tristes aguas de los bares olvidados antecedido por una brasa…

Volver arriba