Skip to content

Clamavi ad te

En torno, los árboles –formados en pelotón que perderá todas las batallas– se yerguen tejiendo un firmamento, uno que nos arropa. Bajo las nubes de hojas gozamos una plácida certeza: sabemos la distancia, probablemente nada más; lo que no sabemos es atroz tan sólo por suposición.

Sabemos las sinestesias de las flores, los latidos en el corazón de los mirlos, el olor de los frutos maduros, la temperatura del deseo, la saliva de las aves, los nervios del oso, la raíz de las rocas. Sabemos lo que nuestras manos conocen, aun los nombres que arrastran las horas y las once caras del tiempo. En el canto oscuro del follaje, sentimos nuestras certezas.

Pero miro al cielo y no sé cómo vengarme de su espantosa apertura, y herirlo.

 

Loading
Escritor. Lugar común: perfil obsesivo compulsivo, pero es cierto y útil en producción editorial. Editor, traductor, corrector de estilo.
1. Persona de pequeño tamaño oriunda de México que hace ilustraciones. A veces lo hace profesionalmente. 2. Que se alimenta de gumiballas. 3. Que hace milagros.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Vacío

Vacío

De pronto Yo se cansó de pelear lugar, de vivir sin gloria, sin oficio claro. De existir dudando, siempre en busca de una…

Chamán

Ciudad

Un chamán fuma una especie de pipa. Volutas pronunciadas y grises salen de ésta. El individuo levita sobre la ciudad. Por la espalda…

Volver arriba