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Dos ciudades

El DF no es una ciudad hoguera, aunque por las noches se alumbre a sí misma con la refulgente cualidad del fuego.

Es más bien un parche de concreto que lo mismo un día crece invadiendo la sinuosidad de un cerro, al otro desaparece dejando atrás el rastro de sus hombres.

Es, digamos, el lugar de un pueblo hecho de plumas y de piedras; una cicatriz, una marca, un graffiti en el ombligo de la tierra.

Y por allá lejos, pongámosle que en un lugar de Europa, existe otra ciudad donde la gente vive y anda sin temer, y tiene y respira y bebe en un idioma yerto.

Digamos que esa ciudad se llama Viena y es de ensueño, aunque cuando se vive allí parezca que hace falta el soñador.

Ésta es la perspectiva de dos ciudades ya vividas,
una impresión aérea
digital
compuesta de pixeles y recuerdos
que hablan de un hogar en realidad incierto.

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Escritora. Participa con sus letras en el proyecto Deletéreo.
Ilustradora. El color es una constante en mi trabajo. Algo tan cotidiano, para mí se transforma en un algo único, ilimitado, sin horizontes visibles, en algo infinito que puede introducirse en un formato simple como el papel. Desde mis emociones más íntimas hasta mis estados de ánimo están contenidos en los trazos, los únicos a los que no puedo mentir ni engañar. De ahí que cada pieza tenga un énfasis particular en cada trazo, en cada mancha, en cada rayón, en cada línea, aunque tengan la apariencia de un accidente. Cada accidente está premeditado. La experimentación con los materiales es otro recurso que uso para destacar detalles. No tengo un tema específico pero me gusta dibujar mujeres y gatos o un híbrido de ambos; la mayoría de las veces dibujo lo que imagino. Todas mis ilustraciones guardan una parte de mí: en ocasiones, secretos e historias no contadas, sueños e invenciones de personajes que no podrían existir en otro lugar más que en mis trazos y mente. Sin embargo, todas están siempre abiertas al público para dar pie a que cada espectador pueda crear su propia historia, sus propios personajes, para que inicien una nueva narrativa. A la edad de 24 años, soy egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas –de la Licenciatura de Diseño y Comunicación Visual– y de la Academia de San Carlos con un Diplomado en Arte Contemporáneo. Actualmente me dedico a la ilustración y la docencia.
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