Me bañas con canciones de cuna y nunca me siento sola.
¿Qué clase de hechizo has lanzado sobre mí?
Me matas de hambre y casi me paralizas.
Te miro fascinada como un vampiro.
Nunca había querido despertar a las estrellas,
pero todo lo que hago, lo hago por ti.
Incluso vivir de tus latidos.
Recuerdo aquella vez que lloviste toda la noche,
me regalaste árboles caídos y un huracán.
Alguien murió por habernos dado tan solo un beso.
Fue magia, fue una canción, fue veneno.
Duerme mientras muero y me cobijo entre tu pelo
rodeada de un montón de flores.
Nunca te diré las muchas formas en las que me haces sentir miedo.
Pero si despierto y sigues ahí, no permitas que los búhos dejen de ulular.
Entrégame a la noche y sigue cantándome al oído.
No consigo soñar si no estás.
