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El frío loop

Carlos era hijo de forense primo de periquero y cuñado de pornógrafo. Jamás hizo nada sin supervisión de su hermano el cocinero y lo que más lamentaba en la vida era haber heredado la arrogancia ingrata de su madre. Anduvo por los mismos caminos de su abuelo el manco, y respiraba la fatiga sanguinolenta de los días como su tía la carnicera. Un tío principiante en pederastia lo emborrachó la primera vez en la casa de la abuela loca y lo introdujo para siempre en el trasmundo alcohólico de su hermosa prima snob que murió un primero de enero, el mismo día del cumpleaños del bisabuelo, día festivo en el que la muerta hija snob del periquero cayó en las manos enamoradas del hijo del forense y este sintió por fin el frío abrazo de una vagina mientras el esposo de su hermana la contorsionista, supervisada por su hermano el cocinero, filmaba las arrogantes e ingratas embestidas de Carlos y de lo que sería su único momento de amor.

 

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Escritor/Ilustrador.
Diseñador gráfico alma vendida, hedonista de bolsillo vacío, activista de la pereza y los vicios solitarios, nacido en tierra de nadie Santiago de Cali, prosperó en la vida alegre y fue criado en modo experimental, casi como un hámster de ritmos tropicales, con la ternura y los dientes necesarios para dar un par de puñaladas de cariño y el justo pelito afelpado de la embriaguez.

Cree que el juicio es una trampa, la cerveza es una dicha y el humor confunde al tiempo; cree que el dinero es para los amigos, los genitales para el viento tibio y un vaso de licor con hielos para mantener el equilibrio en cualquier ocasión que valga la pena.

Dibuja desde siempre, con disciplina de borracho -tinta y mugre- y nunca termina nada, no sabe de finales ni de principios ni de la ciencia exacta del éxito. Pero sabe caminar por ahí, encontrando compinches que han iluminado las vueltas de su vida, y le escuchan sus teorías de viejo impertinente, iconoclasta y prostático, a cambio del poco tiempo que nos queda.

Amén.

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