En el más inaudito de los silencios, ahí donde nadie ve, donde todo es tierra, donde todo es agua, la semilla germina: la vida abre ojos mientras comienza el latido de un corazón.
Y mientras da inicio un principio, el mito desfallece; la naturaleza despiadada ha mandado una muestra más, una prueba del verde de los pastos, del color de todas las flores y todas las maderas.
Un indefinido ser se gesta entre lombrices, ahí donde el silencio es apabullante, ahí donde todo ha de abrirse.
