Las coladeras.
Panteones.
También basureros.
Las fosas nasales.
Mi ignorante pero atrayente curiosidad ante los hoyos negros.
“…cuando sueñes con escaleras nunca se te ocurra bajarlas”.
La boca de un recién nacido.
Los oídos que pican cuando escuchas música por mucho tiempo con los audífonos puestos.
Un vaso sin mezcal.
Una taza con el asiento del café molido y bebido.
Los huecos de los ojos.
Personas hablando solas.
Personas gritándose aunque no se escuchen entre sí.
Escuchar pláticas en el camión de una mujer sin consuelo.
El cansancio.
Un hombre con el ceño fruncido.
Un botón roto.
Las cicatrices.
Sillas vacías.
No poder dormir.
Operaciones (matemáticas, quirúrgicas, mentales, emocionales) donde cada parte desaparecida disminuye la sensación de ser un todo.