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Hicimos luz por nuestro miedo a morir solos. [Manual de sombras]

Es muy fácil. Sólo fija dos puntos.

[A][B]

Procúralos al menos a 8 cuadras de separación, la noche es mandatoria. Recorre con soltura la distancia entre ellos.

[A]                                          [B]

La ciudad y nuestro miedo a estar ciegos hace el resto.

Observa con cuidado la banqueta que rodea tus pies a cada paso. Siempre encontrarás algo amarrado a tus pies.

Tu compañía va a cambiar de posición constantemente. Serán dos a veces, tres otras cuantas, más si tienes suerte.

Míralos, arrastras los efímeros de una intervención irrepetible al frío concreto citadino.

[B]

–Si quieres boicotear al miedo, usa tu mejor ropa y camina con una sombrilla–.

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Escritor. Hombre bueno, de mal genio. Escribo, leo, vendo, imagino y fumo cosas.
Escritor/Ilustrador. Diseñador gráfico alma vendida, hedonista de bolsillo vacío, activista de la pereza y los vicios solitarios, nacido en tierra de nadie Santiago de Cali, prosperó en la vida alegre y fue criado en modo experimental, casi como un hámster de ritmos tropicales, con la ternura y los dientes necesarios para dar un par de puñaladas de cariño y el justo pelito afelpado de la embriaguez. Cree que el juicio es una trampa, la cerveza es una dicha y el humor confunde al tiempo; cree que el dinero es para los amigos, los genitales para el viento tibio y un vaso de licor con hielos para mantener el equilibrio en cualquier ocasión que valga la pena. Dibuja desde siempre, con disciplina de borracho -tinta y mugre- y nunca termina nada, no sabe de finales ni de principios ni de la ciencia exacta del éxito. Pero sabe caminar por ahí, encontrando compinches que han iluminado las vueltas de su vida, y le escuchan sus teorías de viejo impertinente, iconoclasta y prostático, a cambio del poco tiempo que nos queda. Amén.
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