Skip to content

Membranas de Luz

Se abren mis ventanas y adopto al viento táctil y precioso que aparece frente a estas hambres y frente a estos huecos que roerán el delicado filme de la memoria.

(Los embelesos viajan por el nervio más endeble).

Las bondades del polen milagroso cavan mis fosas con sus haces cargados de diminutas estrellas temporarias que ofrecen carenar la noche.

Absorbo resplandor.

Te inhalo.

Te recibo.

 

En una vida anterior fui encargada de un videoclub en Ciudad Juárez, actriz de teatro: bolero, ángel, diabla, preciosa ridícula, cantante, abogada, mujer fatal, vividora, loca, desahuciada, princesa, bruja, rata bailarina, niña, niño, tortuga, anciana…; modelo, ayudante de un mago y faquir, vendedora de amuletos cósmicos en ferias del pueblo, vendedora de tiempos compartidos, asistente de un psiquiatra bebedor, mesera con escote amplio, telefonista de call-center, paseadora de perros, guionista, correctora de estilo, redactora publicitaria y estratega de contenidos web. Ahora vivo reencarnada en mí.

Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Mis manos han vivido más que yo

Confianza

Mis manos han vivido más que yo. En ellas deposito mi confianza. ¿Si no fue con manos expertas, con qué?/El demiurgo nos moldeó…

Volver arriba