Niña que salta, niña que baila. Niña que tiembla de alegría. Niña eveready de goma vibrante. Niña sonrisas. Niña enferma de cosquillas y miembro vitalicio del clan de los alegres. Niña preciosa de piel de tiza, manos de pandereta y piernas de marimba. Niña sin edad con sexo de juguete. Niña campeona de danza en la banqueta. Niña sinvergüenza cantante de ducha, lluvia y buses. Niña reina de espasmos abdominales. Niña enemiga del ratón Pérez. Niña gimnasta de parque. Niña diurética. Niña matriarca de las lloronas de felicidad. Niña de luz ocular y resplandor permanente. Niña viva sin muerte. Niña despeinada de risa jocosa y manos abiertas. Niña contagiosa, usted no me conoce y finalmente no soy nadie, pero me atrevo a preguntarle: ¿quiere convertirse en Dios?
De hombres lobo, mujeres y otros mitos
A Raymunda le habían dicho que las mujeres no podían ser otra cosa más que eso, mujeres, y que su deber era quedarse…
Segundero
Vos te quedaste callada, igual que hacen las personas cuando entran al ascensor lleno de espejos y nadie sabe para dónde dirigir la…
Y vivir así para siempre
Te imaginas estar así para siempre. Suspendidas en el dulce letargo de las tres de la tarde. ¿Te has fijado cómo todas la…
Un segundo imperio
Cuando los vi pasar eran sólo unos cuantos. A vuelo lento y dispersos habría contado unos siete, pero me concentré en lo que…




