Lleguemos a un acuerdo, tú me lees, yo te escribo.
«Había noches en que todo el mundo estaba como esperando algo y yo me sentía como un nómada fracasado, de esos que van a todas partes sin llegar a ningún lado.»
Escribo «adios» sin acento para que no suene a despedida.
No mentirás
Mientras usted se quita el abrigo y deja a un lado su paraguas, le doy la bienvenida a este templo. Verá, el templo…
Calor de cerillo
Dos pesos, pinche ruco mamón. Ni lo de las bolsas. Dos carritos llenos de chingaderas y me sale con «no traigo cambio, mijo».…
Grasa natural
Tuve la pesadilla de nuevo. Esa en la que mis huesos son mi única pertenencia, en la que todo mi cuerpo es puro…