Acaba, de la misma manera como empieza. Es así. No es un ciclo, sólo es una línea interminable con cambios de color. Con tonos: fa, si bemol. Sostenidos. En la mano tengo una cerveza oscura. Es lo mismo con la luz, con los tipos de botella: verde o ámbar. No me gusta el tarro, la boca es demasiado ancha. Prefiero la botella y su beso frío de espuma ligera. Y el toque amargo. Siempre el toque amargo de la línea que no termina. La saliva, la mía, se derrite en esa amargura.
Ruth Brenes
Escritora. Mar de nervios en esta carne contrahecha. Sentir, sentir, sentir. Y de ahí pensar. Y así decir. Y en todo eso vivir. Vivo colgada de la parte baja de la J en la palabra ojalá.
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Impermanencia
Escribo de lo que no es aún, mientras el ayer queda cautivo en la lágrima incipiente de todos los días muertos. Pienso en…
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Un fragmento de Eulalio se fue a uno de los infiernos. Era un infierno errante que solía vagar y succionar esos pedazos pecaminosos…




