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Saturno

Derroqué a mi padre: tomé aquel metal y le corté los testículos. No eran tan imponentes como pensaba, eran apenas un par de apéndices que me parecieron sin sentido fuera de su cuerpo. Lo vi caer mientras se llevaba las manos a la ingle y suplicaba clemencia. Los arrojé al mar mientras me limpiaba los restos de lo que pudo ser mi siguiente hermano.

Después de eso era yo el que gobernaba sin que nada se interpusiera a mis deseos, hasta que la bruja auguró que sería uno de ellos el que tomaría la daga y me destrozaría las entrañas: “tus vísceras también irán al mar”.

A los pocos días nació el primero de mis hijos; esperé que mi esposa se durmiera, fui a la cuna y le arranqué la lengua con los dientes; su llanto era un gemido sin ruido. Seguí devorándolo. El sabor de la sangre propia tiene algo de embriagador.

Cuando llegó el segundo, esperé un poco más, lo vi crecer y poco antes de que cumpliera su tercer año le mordí los hombros y los brazos; de allí seguí hasta engullirlo todo.

Al tercero lo esperaba con la ansiedad de probar de nuevo esa carne que de alguna forma era carne mía. Seguí con los demás.

Fue una tarde cuando, después de devorar al sexto de mis hijos, sentí el frío desde adentro de mi cuerpo. Una daga de metal salía por el centro de mi abdomen, Júpiter se abría paso como un rayo que fulmina el tiempo.

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Escritor. Estudió Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Obtuvo el premio José Emilio Pacheco, en el área de poesía, así como la beca Edmundo Valadés para publicaciones independientes, en 2004, 2005 y 2009. Actualmente es editor de la gaceta de literatura y gráfica Literal, y de sus distintas colecciones.
Ilustrador. En el mundo de la ilustración me conocen como Carry. Soy diseñador gráfico e ilustrador; desde muy pequeño tenía el gusto por dibujar y hacer todo tipo de ilustraciones en las paredes, cuadernos y todo en lo que pudiera pintar o rayar. Mi primer acercamiento formal con la ilustración profesional fue al conocer a un ilustrador en una convención de lucha libre y ver cómo hacía sus personajes. Desde ahí empecé a hacer ilustraciones más formales y con mayor calidad. Gracias a esto me fui abriendo camino y comencé a tener un poco de renombre en el ámbito al poder participar con algunas revistas, ser finalista en algunos concursos y ganar en uno. Actualmente trabajo en una agencia de publicidad como ilustrador y hago freelance. La mayor parte de mis ilustraciones son graciosas, coloridas y con algunas frases para amarrar el chiste. Mi proceso de ilustración es, primero y más importante, sacar una idea o chiste, bocetar y de ahí ya veo qué técnica puede ser la adecuada para que termine bien.
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