En una vida anterior fui encargada de un videoclub en Ciudad Juárez, actriz de teatro: bolero, ángel, diabla, preciosa ridícula, cantante, abogada, mujer fatal, vividora, loca, desahuciada, princesa, bruja, rata bailarina, niña, niño, tortuga, anciana…; modelo, ayudante de un mago y faquir, vendedora de amuletos cósmicos en ferias del pueblo, vendedora de tiempos compartidos, asistente de un psiquiatra bebedor, mesera con escote amplio, telefonista de call-center, paseadora de perros, guionista, correctora de estilo, redactora publicitaria y estratega de contenidos web. Ahora vivo reencarnada en mí.
Cómplices por una eternidad
En un futuro no muy lejano tú tendrás menos cabello, yo tendré más canas. Nuestras orejas habrán aumentado de tamaño y las arrugas, probablemente,…
Por Avin y Enrique Cedillo
Fruta madura
Ya no tiene 23 ni esas piernas soberanas y dulces. Ya no son esas zancadas y horcajadas ágiles que arrancaban sorpresa cuando bailaba,…
Luces
Esperar la luz. Esperar a que salga la última luz, esperar a que prenda. Esperar. Es lo más que puedo hacer. Hoy. Esta…
Por Jorge Rubio y Vicman
Posmodernidad
Todo es posmo. Hoy es posmo. Posmañana, posTierra, pospersona, posponerse de vuelta en la calle con tal de tener algo que defender. Poslucha,…
Por Ruth Brenes y Enrique Cedillo