En una vida anterior fui encargada de un videoclub en Ciudad Juárez, actriz de teatro: bolero, ángel, diabla, preciosa ridícula, cantante, abogada, mujer fatal, vividora, loca, desahuciada, princesa, bruja, rata bailarina, niña, niño, tortuga, anciana…; modelo, ayudante de un mago y faquir, vendedora de amuletos cósmicos en ferias del pueblo, vendedora de tiempos compartidos, asistente de un psiquiatra bebedor, mesera con escote amplio, telefonista de call-center, paseadora de perros, guionista, correctora de estilo, redactora publicitaria y estratega de contenidos web. Ahora vivo reencarnada en mí.
La lámpara
Era nuestra primera cita y quisiste llevarme fuera de la ciudad. Tardamos tres horas en recorrer un trayecto que, de no habernos perdido,…
Dulce amor
Nos costó mucho trabajo hacernos, acostumbrarnos. Los días para mí, habituado a levantarme al alba e irme a la cama en cuanto la…
La leche rosa
Era invierno y las resequedades hacían de su nariz un campo minado relleno de mucosidades que se adherían como costras a las paredes…