Despertar con el temor de reflejar en el rostro los pensamientos que te acompañaron de noche, que te llevaron al éxtasis, a lo prohibido.
Despertar y atesorar ese lado oscuro que no reflejas con los ojos abiertos. Afrontar que no eres lo que quieres. No aceptar tu cuerpo Vivir de apariencia y buscar refugio en tu mente.
Pertenecer o seguir con la máscara puesta. Fingir hasta que un día logre sofocarte.