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Claustrofobia

Alea jacta est

Cuando cerró la puerta se dio cuenta de que se había orinado en los pantalones. El pequeño clóset olía a cobija vieja con ropa prehistórica y su profunda oscuridad dejaba escapar un murmullo de patitas de roedor o artrópodo que sumados no superaban el pavor que la había llevado hasta allá.

Tanteó en busca de algo, tembló a través de las tinieblas que solo le devolvían tejidos de distinto hilo y calibre, pero nada contundente, nada con qué romper una rodilla, un cráneo, un sucio destino.

Cada segundo de fracaso, cada dedo hendido en una almohada, en un trapo, en un mantel, la hundían más en la sucia desesperación de haber acabado con todas las opciones. Moriría en un clóset.

El señor inevitable llegó a su puerta con la misma fuerza bíblica que había mutilado edificios, desgarrado carne, cercenado árboles, desmantelado automóviles y desmoronado todo a su paso año tras año; y volvió, llegó con pasos como bombas nucleares, con su respiración que desolaba los campos, con su furia taurina y su arrollador tufo de tormenta. Acarició la puerta con sus dedos de fuego.

Se orinó por segunda vez en los pantalones cuando su mano encontró el mango del martillo, arma fatal. Y sonrió diabólica, entendiendo agradecida, que dios la había convertido en carnada.

Ahora es mi turno.

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Escritor/Ilustrador. Diseñador gráfico alma vendida, hedonista de bolsillo vacío, activista de la pereza y los vicios solitarios, nacido en tierra de nadie Santiago de Cali, prosperó en la vida alegre y fue criado en modo experimental, casi como un hámster de ritmos tropicales, con la ternura y los dientes necesarios para dar un par de puñaladas de cariño y el justo pelito afelpado de la embriaguez. Cree que el juicio es una trampa, la cerveza es una dicha y el humor confunde al tiempo; cree que el dinero es para los amigos, los genitales para el viento tibio y un vaso de licor con hielos para mantener el equilibrio en cualquier ocasión que valga la pena. Dibuja desde siempre, con disciplina de borracho -tinta y mugre- y nunca termina nada, no sabe de finales ni de principios ni de la ciencia exacta del éxito. Pero sabe caminar por ahí, encontrando compinches que han iluminado las vueltas de su vida, y le escuchan sus teorías de viejo impertinente, iconoclasta y prostático, a cambio del poco tiempo que nos queda. Amén.
Ilustrador. Enrique Cedillo (Cd. de México, 1985). Pintor, ilustrador y arquitecto mexicano. Su obra ha participado en varias exposiciones individuales y colectivas. Como ilustrador, su trabajo más reciente es “Libro (Bucólico/Citadino/Idílico/Infernal)” de la poeta ENE. Ha participado en diversos proyectos como director de arte, y en 2013 dirigió su primer cortometraje junto a Alfonso Ortiz: “Misantropía”, protagonizado por Mario Iván Martínez. Conduce el programa de arte y cultura Violenta Nocturna en radio por Internet.
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