Hojas como pájaros acompasando la espera,
llevo como pintura el viento en los pinceles
dibujando la incertidumbre de tu rostro.
Las pátinas del tiempo van creciéndome en el vientre
y quiero adivinar la acuarela de tus ojos:
los pasteles de tu piel, las témperas bordadas de tus labios…
pero es imposible bosquejar
el fresco del verbo que amamanta la expectativa
y apenas se acerca al esbozado anhelo de una madre.
Hojas como pájaros acompasando la espera,
llevo como pintura el viento en los pinceles
y pensándote te trazo… inciertamente dulce.