En una vida anterior fui encargada de un videoclub en Ciudad Juárez, actriz de teatro: bolero, ángel, diabla, preciosa ridícula, cantante, abogada, mujer fatal, vividora, loca, desahuciada, princesa, bruja, rata bailarina, niña, niño, tortuga, anciana…; modelo, ayudante de un mago y faquir, vendedora de amuletos cósmicos en ferias del pueblo, vendedora de tiempos compartidos, asistente de un psiquiatra bebedor, mesera con escote amplio, telefonista de call-center, paseadora de perros, guionista, correctora de estilo, redactora publicitaria y estratega de contenidos web. Ahora vivo reencarnada en mí.
Ilustradora. Erika Posada, aka e.M.a. Publicista, diseñadora gráfica, ilustradora, freelance, libra, adoradora del sol, amante empedernida de los felinos y adicta al sonido que genera el aplastar hojitas y vainas secas en la calle.
Luz absoluta
Te veía, Jonás, yo sabía que tú eras el coyote que decían, ese que si te le quedas mirando no te deja mover,…
Bioluminiscencia
Dicen que se necesita lo equivalente a un grano de sal del veneno de una medusa para terminar con una vida humana. No…
No se me ocurre nadar
En tu gruta kárstica, en tu río subcutáneo, en tu discontinuidad de Lehmann. En tu corazón de fruta, en tus ojos sésiles, en…
Caer blandito
Es incoherente, me atrevo a decirlo, pero no hay cosa que desee más todos los días, a cada hora, desde que me levanto,…