Decir que no siempre fui lo que soy. Decir que tuve noches encerrado en el baño comiéndome los pies, rascándome la cabeza hasta sangrar.
Y decir que no soy lo que fui. Decir que sé poco de las cosas de la memoria, que más bien olvido, doy la espalda. No suelo extrañar a nadie ni a nada.
Amo, sí, pero no muero, no agonizo, más bien camino, corro, abro alas, cierro ojos y… me vuelvo silencio.