Skip to content

Sorpresa non grata

Abuelito, para cuando escuches esto yo ya estaré bien muerta. Seguro te estarás preguntando por qué tengo esta voz de pito. Soy yo, Xime, aunque me escuches así, sólo que aspiré un poquito de helio para que mi voz no sonara tan grave. Han pasado ya cuatro años desde que mi abuelita murió. Yo sólo quería que disfrutara de un buen vaso de leche fresca. No he podido dejar de pensar en la tristeza que debe embargarla estando allá tan solita. Cuida mucho a Jack,; no se te olvide darle de comer. Nos vemos, abuelito, me voy a alcanzarla. Sólo una última cosita: haz que me entierren como si me hubieran envuelto para regalo, tal como hicieron con ella. No me metan ustedes en un ataúd. «Dios ya me regaló la vida, Xime linda. Ahora a mí me toca regalarle mi muerte». 

Loading
Escritor. Se dedica actualmente a hacer sándwiches con el cubre y porta objetos. En el laboratorio analiza muestras de su propia saliva para observar paisajes que luego describe literariamente.
1. Persona de pequeño tamaño oriunda de México que hace ilustraciones. A veces lo hace profesionalmente. 2. Que se alimenta de gumiballas. 3. Que hace milagros.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

Crear

Amor y amistad

Esto que somos y lo que fuimos: fiesta de estrellas aferradas al beso anónimo, a la caricia prehistórica de noches centuplicadas derramándose sobre…

El camino

Alquiler

¿Acaso usted no se compadece de nosotros? Pobres soldados que cruzamos la selva como tigres o como zorros. El sol nos saluda cada…

Volver arriba