Skip to content

Ejercicio No. 16

Un dos tres vulvaliente, vaginarcisa, oleosa vertiginosa, marítima salubre, congoja inguinal vete lejos, cuatro cinco seis, cartílago blandísimo, chicle al sol, torcida sonrisa maleable, dúctil, laxa, flexible a mis solitarios antojos, siete ocho nueve esponja que sorbe y absorbe y traga y engulle sin dejar más que un aroma, diez once doce, háblame de goce, ensópame, derrámame, sumérgeme en el pantano atroz que nunca cuaja, trece catorce quince, mis espasmos tienen tu nombre, mi boca tiene tus palabras, mi humedad soy yo derramada en las paredes, el sudor de las ventanas, el cansancio de las sábanas, el grito acuoso que calla a los pájaros.

Dieciséis.

Loading
Escritor/Ilustrador. Diseñador gráfico alma vendida, hedonista de bolsillo vacío, activista de la pereza y los vicios solitarios, nacido en tierra de nadie Santiago de Cali, prosperó en la vida alegre y fue criado en modo experimental, casi como un hámster de ritmos tropicales, con la ternura y los dientes necesarios para dar un par de puñaladas de cariño y el justo pelito afelpado de la embriaguez. Cree que el juicio es una trampa, la cerveza es una dicha y el humor confunde al tiempo; cree que el dinero es para los amigos, los genitales para el viento tibio y un vaso de licor con hielos para mantener el equilibrio en cualquier ocasión que valga la pena. Dibuja desde siempre, con disciplina de borracho -tinta y mugre- y nunca termina nada, no sabe de finales ni de principios ni de la ciencia exacta del éxito. Pero sabe caminar por ahí, encontrando compinches que han iluminado las vueltas de su vida, y le escuchan sus teorías de viejo impertinente, iconoclasta y prostático, a cambio del poco tiempo que nos queda. Amén.
Diseñadora gráfica e ilustradora del instituto departamental de Bellas Artes de Cali, Colombia. Creo y dibujo cuanta cosa se me ocurre y aquí se las dejo esperando que las disfruten.
Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

El Espíritu

Espíritu

Mi historia fue al revés: nada de pobreza, andar en la calle lavando carros, o salir de una vecindad llena de escuincles llenos…

Volver arriba