Skip to content

Suspiro

Desvestirse los pasos.

Arropar los ojos.

Ir.

Embestir a la neblina.

 

En una vida anterior fui encargada de un videoclub en Ciudad Juárez, actriz de teatro: bolero, ángel, diabla, preciosa ridícula, cantante, abogada, mujer fatal, vividora, loca, desahuciada, princesa, bruja, rata bailarina, niña, niño, tortuga, anciana…; modelo, ayudante de un mago y faquir, vendedora de amuletos cósmicos en ferias del pueblo, vendedora de tiempos compartidos, asistente de un psiquiatra bebedor, mesera con escote amplio, telefonista de call-center, paseadora de perros, guionista, correctora de estilo, redactora publicitaria y estratega de contenidos web. Ahora vivo reencarnada en mí.

Anterior
Siguiente

No pares, ¡sigue leyendo!

R2-D2C

Aparato

Amira tenía asma cuando pequeña. Su papá, el ingeniero Carvajal,   le construyó un humidificador que se parecía a R2-D2. No era un simple…

Volver arriba