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En ella vio las mismas sombras, hablaban de los mismos fantasmas.

Retroceder

Pena

«Se renta». Detuve mis pasos frente aquel edificio sobre Reforma. Ventanas amplias y, sobre todo, elevador. Luego de saber el bajo costo de la mensualidad,…

Ostentando

Pena

Qué rico te suenan las caderas, qué bueno es sentir el gong de tus tetas en mi pecho. Ese aliento a alcohol tan impertinente me…

En lo hondo

Pena

Ahí los veía venir, ahí venían todos, todos esos recuerdos que se encontraban su escondrijo entre las manadas de tonterías del diario. Y ahí venían…

Mascarillas

Pena

Compa, ser un sentenciado a muerte no debería traerte penas ni desdichas. Sólo nosotros —los seres divinos— podemos pisotear a la Parca y, no te…

Consejos a una muchacha que se escapa

Pena
Cuando la lluvia se te enrede en las botas como alas y meteoros no desistas. Tampoco temas de la luna aplastante que se yergue a tus espaldas, ni a las temerosas brisas que se enrojecen como lenguas extranjeras. Ni al temor de las piernas cuando el miedo agita sus banderas terribles, ni al ocaso y sus colmillos despuntando en tu cara los instintos.

Ser o no ser

Pena

Despertar con el temor de reflejar en el rostro los pensamientos que te acompañaron de noche, que te llevaron al éxtasis, a lo prohibido. Despertar…

Apología

Pena

Será sobre tu espalda, de arriba abajo, entre Saturno y Júpiter; justo ahí en donde los hombres ganan o pierden el honor, donde descansan los…

Carta hallada en el domicilio Real Jardín, número 14, Puebla de los Ángeles

Pena
Me apena mucho dirigirme a usted por medio de esta carta, esta declaración que nace de la necesidad de contarle lo que siento. Yo, que poco sé de cómo hablarle a una mujer de su condición, tan elegante y fina pero principalmente tan hermosa. Sé que en el momento en que reciba estas palabras, sentirá que de nada valen los intentos que desde el mes de mayo he realizado para poder platicar con usted. Pensará también que aquella tarde junto al portón de Morelos nada representó para mí y que mi vida ha sido la misma. Y no la culpo, pues mi cobardía de buscar los medios para acercarme a usted muestran indiferencia y no son dignos de un hombre.

Acuario

Pena

La persecución comenzó en las primeras horas de la mañana. Los hombres ya tenían ubicada a una manada que persiguieron, kilómetros mar abierto, con barcos…

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