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Entonces y si es el bueno —asegura María—, sucede: no hay ruido ni gente ni coches ni aviones ni nada. Sólo existen tus labios y los de él —afirma mientras sus ojos se pierden en el ventilador metálico de una turbina.

Todo o nada

Amor y amistad

Amor, eterno pasillo de posibilidades finitas; una carrera de obstáculos cargada de adrenalina y deseo. Efímero, posible e imposible, a primera vista y a distancia.…

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