Mantiké
Me lleno de agua la boca, la bendigo Hago que mi lengua respire y nade como pez Lo que canta el ave agorera es lo…
«Prende la luz del buró junto a tu cama si tienes miedo, eso ahuyenta a los fantasmas.»
Me lleno de agua la boca, la bendigo Hago que mi lengua respire y nade como pez Lo que canta el ave agorera es lo…
Se reunieron en la única tarde soleada de aquel invierno. Beatriz había pasado su día inmóvil, sentada en la banca más solitaria de un parque…
Para Andrea Peralta Cuando abrí los ojos me encontraba flotando a la deriva en una balsa de troncos sobre las aguas del Támesis londinense, un…
Compraba libros de escritores que no te cansabas de elogiar. Los leía esperando que las entrelíneas fueran esa plegaria que haría realidad el milagrito. Mi…
La poca inspiración bloqueó su creatividad. Tuvo que tomarse un tiempo libre. El destino no fue el idóneo, la zona árida donde vacacionaba le causó…
Lo sé amiga lo sé amigo lo sé padres Que no sabrán dónde mis enemigos han dejado mi cabeza Que mis huesos no descansarán bajo…
Déjame morder mucho tiempo las enredaderas de tu memoria, pesadas y ocultas. Cuando mordisqueo tus neuronas invisibles y rebeldes me parece que como recuerdos. Me…
Rojo, amarillo, anaranjado: como un legado antiguo cobijado por los astros; herencia arcaica como las noches y días. Dijeron que sería un regalo, casi un…
Piel de tigre en cuerpo de cordero. Una tipilla queriendo dominar sus instintos. Fieras, cazadores, hipócritas, víctimas o débiles. Fractales. Existen al menos unos cientos…
A Sylvia Plath Le escribiste a la muerte en el mes equivocado. A lo mejor cerraste los ojos para distraerte con la velocidad de las…
Para ese momento, el fuelle del pecho se despegaba en un delirio. Probablemente —no podría saberlo— tendría dos costillas rotas, quizá la nariz, quizá ya…
Para ella el verano siempre fue una cuestión interior; yo nunca entendí esa manía tan suya de sentarse a esperar a que el sol saliera…
Acompañada de noche y sombras hago refugio de sábanas y reviento anhelos en soledad. El luto dejó estrías en la carne y fósiles en la…
Prende la luz del buró junto a tu cama si tienes miedo, eso ahuyenta a los fantasmas. Por la noche es suficiente con el pequeño…
En medio del espectáculo aparece con el rostro más claro que sus talones, la delgadez de un pañuelo amarillo y la sonrisa de corcho de…
–No mames, está delicioso. O tro ni vel pa pá. –¿Te sirvo otro? –Mejor un abogado, mirrey. Los burócratas luego me indigestan. –Uta, qué delicado……
No logro entenderte. Fue hace un par de ocasos cuando salí a caminar y, al momento de querer compartir mis ideas con alguien, mi garganta…
Su lengua corresponde al idioma del fuego. Es un dialecto entre ramas y troncos, un habla monótona y seca. Su cuerpo en cambio se materializa…
Un tedio insoportable invadía la terraza aquella tarde, el sol estaba en pleno clímax y calentaba las lozas del patio trasero. Ni siquiera daban ganas…
El sargento miró detenidamente el cadáver que tenía enfrente: no quería reconocer a nadie en ese rostro quieto pero no podía evitarlo, después de todo…
El nuevo traía otra escuela. El primer día de clases llamó la atención de un codiciado grupito de alumnas, lo que provocó una exponencial reacción…
Me encuentro sentado en el sillón, apretujándome contra uno de sus brazos, la única zona olvidada por la luz. Un rayo de sol toca la…
Lleva por dentro un termómetro nuclear. La marca trepa poco a poco la escalera de números y rayas negras. La noche con enfisema lo abriga…
Llovió hoy por la tarde y ya sabes cómo alborota eso el calor. Ha hecho tanto que en estos días no se puede hacer más…
Era de pocos amigos y ahora traía a uno en la cajuela. Se estacionó. –Un café muy caliente. –Hola, muy buenas tardes. Claro, con gusto,…
Los aldeanos de Darvaza me contaron que aquí es donde termina la vida. Que fue el Diablo quien ahuyentó a los geólogos que realizaban la…
La primera decisión que tomó me sorprendió gratamente. La oreja. Recordé a Manuel Ignacio en el colegio cuando me lamió esa misma oreja en clase…
Dos pesos, pinche ruco mamón. Ni lo de las bolsas. Dos carritos llenos de chingaderas y me sale con «no traigo cambio, mijo». Mijo su…
Era su piel de esas caricias que apenas se sienten alguna vez en la vida, una textura que despierta esos deseos ante los que estamos…
Con el filo de la navaja sobre su muñeca, Ana cambió de opinión: no iba a matarse, iba a matarlo a él. Sabía, siempre lo…