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Shots de literatura ilustrada. De nosotros para ustedes, con amor.

Declaración de otra víctima de la Ciudad Monstruo

Pasos

La ciudad es un monstruo traicionero, te dice que te ama y nunca vuelve a llamar. Te dice que te odia con una desconcertante caricia al alma. Te llena de nuevas memorias pero te duelen sus recuerdos. Entramos caminando hacia las escaleras que conducen al pasaje subterráneo. El Metro hervía en personas, pero  eso no evitó que notara tu presencia. Tus audífonos rotos y arreglados con cinta adhesiva, decorados con el sticker de una banda…

Marcapasos

Pasos

¿Por qué estamos aquí? ¿Cómo llegamos? ¿De dónde venimos que sólo llegamos arrastrándonos? Exceso de alcohol, escasez de sueño. El descanso era imposible, prohibido. Bombardear el problema para recuperar la salud, hacer del cuerpo un campo de batalla en una absurda cruzada de compensación por los otros campos. Por los devastados. Llevamos el exterior al interior cuando el exterior, en actos, no nos importa. Resguardar el orden, que la bomba funcione bien. Porque hay una…

Absolutos

Pasos

El grito agónico de las chicharras no hacía más que incrementar a cada paso. El sol entre los árboles permitía ver millones de insectos revoloteando en una maraña desconcertante mientras una leve brisa disipaba la neblina completando el furor del bosque en el que nos internábamos desde la madrugada. Había dejado de llover, pero ella aún sostenía orgullosa el paraguas que sacó de su casa, aferrada a él con todas sus fuerzas, sabiendo que probablemente…

El inicio

Primero fue el texto

La primera vez que te vi estabas en el andén de enfrente. Me llamó la atención que a esas horas de la mañana ya estuvieras empapada; seguramente por las prisas habías olvidado el paraguas y la lluvia te había tomado por sorpresa. Tu cabello rojo estaba enmarañado y el maquillaje de tus ojos se había corrido, era como si hubieras llorado toda la noche y no te diera vergüenza ocultarlo. Esa mañana una avería en…

Carmesí

Hambre

“El color carmesí corresponde específicamente a la coloración del polvo que resultaba de triturar los cuerpos secos […]”   Abrió la puerta de la habitación. Enmascarado y silente, como siempre, previendo que su presencia pudiera ser sentida. Con sigilo, mendigaba tiempo al destino. Pensaba que podría decidir —de lograr ganar el duelo, con un disparo rápido y penetrante de su mirada— si dejaba que la atmósfera de adentro lo atrapara o si mejor clausuraba el…

Muerte por algodón de azúcar

Hambre

Ya se había acabado enero, los días estaban tachados y los botes de las medicinas vacíos. El doctor dijo que no le daba más de un mes de vida. Pero el 31 llegó y tras él, febrero. No es que hubiera habido algún error en el diagnóstico; más bien, aquel señor, el de las verrugas, estaba manifestando una especie de recomposición; seguía con las dificultades para respirar y con los dolores en el pecho, todo…

Por y

El delineador

Primero fue la imagen

Si bien el maquillarse constituía todo un ritual, delinearse los ojos tenía un valor especial. Era aquel punto en donde sus dos vidas dejaban de ser veredas separadas para unirse en un solo camino. Tenía especial cuidado de utilizar un lápiz que sirviera tanto para hacer complicadas ecuaciones como para remarcar de manera provocadora el azul profundo de sus ojos. Pensaba a menudo en esta bifurcación de realidades. Muchas veces al ser penetrada con violencia…

La navaja

Hambre

Sucedió después de rasurarse. Utilizó navaja y jabón como todos los días. Cuando pasó la toalla para limpiar los residuos vio aquella línea delgada de sangre, se había cortado y sintió lo que nunca: ganas de cortarse más, hundir aquel filo en la cara y arrancarse un trozo de carne. Soltó la navaja y se echó agua a la cara como para borrar aquella idea. Al siguiente día la sensación creció, se miraba en el…

Noctem

Noche

Soy una Virgen obscura, una Eva en llamas que emerge del letargo con luz reversible y piernas abiertas para que me tomes y me nazcas. Soy un reptil que tiñe sombras con el vientre. Soy un momento bemolado. Cada sueño es un sol negro, un viaje inverso hacia la nada.

Por y

La fragilidad

Primero fue la imagen

Escuchar después / antes / durante: Parr-A-Pluie / Kings of Convenience Esta vez decidió empezar por la mano, en ella definiría la forma de aprehender su ligereza. Pensó en otras manos lo suficientemente tensas para contener el equilibrio pero no tan rígidas para no llevar en ellas el ritmo. Tal como los funambulistas, que encuentran en una vara la posibilidad de dirigir y controlar al mismo tiempo sus movimientos, balancea su peso a contracorriente del…

Así fue como dejamos de ser esclavos africanos

Primero fue el texto

Debió haber sido durante el siglo XVI, cuando se estableció la ruta marítima entre México y Filipinas, que la corriente del Kuro-Siwo trajo hasta aquí la primera flama de emancipación a nuestra familia. El abuelo del abuelo del abuelo del abuelo (y así continuó por largo rato) conoció a unos gemelos chinos embarcados en la Nao de China. ¿Sabías que "nao" significa "navío"? Bueno, como sea. Estos gemelos chinos se salvaron del peor de los…

De pelos y señales

Primero fue la imagen

Poco después de la consabida historia del caballero que la rescató y la torre, descubrió que su príncipe azul comenzaba a deslavarse un poco, incluso hubo momentos en los que lo descubrió rabo verde. Fue entonces cuando decidió dejarlo y romper con esa idea de que vivirían felices para siempre. Así se enfrentó a nuevos problemas porque eso de que el cabello no dejara de crecer y crecer no era fácil; el estrés hacía que…

Teoría de cuerdas

Primero fue la imagen

Creo en la teoría de cuerdas, pero de cuerdas vocales. Creo que las palabras son como las microondas: invisibles pero presentes en todo el espacio. No estás vestido de rojo hasta que alguien lo dice, no eres coqueto hasta que alguien lo menciona, no eres un patán hasta que alguien lo comenta. Las palabras son cárcel y mar abierto. Las palabras, después de dichas y ya inaudibles, se abrazan a todas tus neuronas y células…

Piernas

Primero fue la imagen

El viejo acaricia sus barbas con impaciencia y me mira confundido perdiendo definitivamente el hilo de la historia. Algo aturde sus procesos, algo seca su saliva amarillenta y profundiza sus arrugas que son cicatrices de las que ya no se acuerda. Sus manos tiemblan buscando viejas carnes como arañas enfermas y van palpando la mesa con la timidez de un ciego hasta que finalmente alcanzan el paquete de cigarrillos. Hay un respiro, un retorno; vuelve…

Abrevadero

Primero fue la imagen

En esta neblina se desliza cada noche. La neblina lo suaviza todo. Es una estela de nubes que cubre de gris lo que recorre. Los caminos sinuosos diluyen sus curvas en ella. La luna pierde efecto sobre los amantes tras su humo. El agua baja su temperatura para camuflarse y pasar desapercibida. La niebla es un sabueso en busca del rocío. Es lo único que quiere, es lo único que persigue. La niebla quisiera ser…

La lámpara

Hambre

Era nuestra primera cita y quisiste llevarme fuera de la ciudad. Tardamos tres horas en recorrer un trayecto que, de no habernos perdido, nos hubiera tomado la mitad del tiempo. Tal vez ese desvío por la salida errónea era totalmente intencional, así tendríamos más tiempo para hablar de todo y nada. Querías sorprenderme, sí, pero también escapar, salir de lo convencional. Ahora que lo pienso, siempre lo tuviste perfectamente calculado: ¿cómo no enamorarme de ti…

En el mundo, las manos…

Primero fue el texto

Tiene el mundo en sus manos. Todo a su alcance. Ellas son el negativo para cualquier textura, en su epidermis se imprimen todos los detalles y se graba el secreto más recóndito de los contactos: los laberintos ásperos, plenos de bruma, se transforman en tersos cristales. Dice el vidente, al que sigo todo el día desde mi ventana y que suspira cada mañana con el amanecer, que la ceguera es un problema para aquellos que…

Y vivir así para siempre

Primero fue la imagen

Te imaginas estar así para siempre. Suspendidas en el dulce letargo de las tres de la tarde. ¿Te has fijado cómo todas la mujeres de las revistas salen con la boca entreabierta? Sí, como si estuvieran cansadas de comerse una verga; mitad con ganas, mitad con asco. ¿Me querrás aun después de que las bichas hayan muerto? Hace calor. A veces se me antoja un té de durazno o uno de melocotón, como tus pechos…

El prendedor

Primero fue la imagen

Si vieras cómo me gusta este prendedor que traigo acá en la mente. Cada vez que lo miro está tu cuerpo recostado y están tus labios, está el aroma de las sábanas, la almohada, tus labios de nuevo y tu piel de almendra y toda tú en la solapa de mi recuerdo más vivo y más piel. Hoy te busqué por los pasillos de la tarde, caminé por los jardines y los parques de una…

Nubes

Primero fue el texto

Le gustaba ver las nubes, sobre todo cuando de una grande se despegan fragmentos que se unen a otras. Le gustaba pensar que así tan rápido como cambiaban de forma, así las palabras amoldaban sus pensamientos. Nunca permanecía en una sola idea, brincaba de una a otra. Inacabadas, rotas, tal como el cielo cuando parece haber sido rasgado. Le gustaba pensar que las nubes eran más que algodones en las que su pesimismo caía para…

Fuck U Albert Einstein

Primero fue el texto

A los 70 un infarto llega en una boca, en una vagina, en una sábana sudada, en una tarde de miércoles, en un estómago joven. Vivía la suavidad de Violeta en cámara lenta, sabía que esa sensación sublime se componía de microscópicos sucesos que hacían que el tiempo se detuviera un poco, que la distancia entre los minutos se expandiera como un queso, sin orgullo físico cuántico aparente, sin que el universo tuviera que rendir…

El hambre

Hambre

Sospechaba en ella un fuego feroz, una fuerza que la consumía por dentro, muy similar a una gastritis crónica, a un hueco en el centro del cuerpo que no cesa de agrandarse. Día a día aprendía un poco más a convivir con esa masa de espacio vacío que la habita. Aprende para no dejarse consumir; la fuerza es siempre una constante amenaza de perecer por dentro, como una implosión, y al mismo tiempo es la…

¡Árbitro vendido!

Primero fue el texto

Y en esta esquina La Turbia con sus ojos verde ciénaga supuestamente bien abiertos detrás de su nebulosa cabellera. En esa otra, ella, La Guácara Siniestra, la que aprovechó con saña el instante en el que su oponente parpadeó. Y zas. Pun. Chis. Cuaz. Un sillazo plateado en la meritita cabeza. Una mordida en la nalga que más duele: la nalga izquierda, la nalga del corazón. La Turbia contra las cuerdas, sobre la lona, gruñendo…

Escala

Hambre

Tiene 34 años y trabaja en casa. Casi nunca sale más que al súper a una cuadra, o para alguna cita porque el cliente necesita verlo. Hoy estaba en una reunión y volvió más temprano de lo que pensaba. Camino a la casa se detuvo frente a un bar al que nunca había entrado. Miró el reloj, vio el cartel de cerveza junto a la puerta y entró. Pidió una cerveza en la barra y…

Carmín

Hambre

Rojo, cabello largo, piernas entumidas y enredadas como un caracol. Dicen los de la aldea que la han visto caminando por las noches, mientras los lobos hambrientos aúllan oliendo el humo de la fogata que se esparce por el viento como buscando alguna presa que comer. Es tan bella como blanca; hipnótica, perfecta combinación de humano y animal. Si logras mirarla a los ojos, cual Medusa se mete en tu cerebro, te paraliza y acaba…

Por y

La vasija

Hambre

Después de dar tanto, de dar hasta que duele, generalmente sólo queda un corazón cansado de dar y ofrendar; un corazón seco, una vasija vacía que en cualquier momento puede resquebrajarse si no recibe un poco de calor que disipe el frío que lo marchita, una esperanza de que alguien lo acoja y lo cuide, lo proteja, lo cure y lo renueve. Tomé su corazón la noche que las estrellas cayeron, esa noche en la…

No es hambre, es amor

Hambre

A mi cariño que todos las mañanas me levanta con un beso. Pareciera que no he comido en meses. Todas las mañanas me levanto con un hueco terrible arriba del ombligo; es como un vacío, un vacío que no llena ni el pan. Mi abuela decía: “Está enamorada, por eso está tan flaca”. Mi madre decía: “Seguro tiene bichos, por eso come y come y no engorda”. Me recuerda que cada que pienso en ti…

Por y

El lobo del hombre

Hambre

“Yo me lo meriendo”. Y no mentía, era de palabras definitivas y concretas. Salió de la vieja cabaña con camisa de franela a cuadros, sus botas, su sombrero y el hacha que todos los árboles temían. Sabía que aquella bestia estaría esperando en el camino a casa de la abuela, acechando los pasos de la Caperuza. Todos conocían la historia: el camino corto, la casita solitaria, la abuela y los etcéteras de siempre. Aguardaba, ningún…

Nitimur in vetitum

Hambre

Nitimur in vetitum [Nos lanzamos hacia lo prohibido] Ovidio Hoy respiro y siento, escribo y respiro… voy hacia lo prohibido. La mirada no encuentra ojos que quieran arriesgarse a la búsqueda; esos ojos se cierran e invitan al silencio, a detener el paso. Hambre de lo oculto, de eso que no ha sido, eso que precisa ser postergado. El silencio se impone. Y no puedo jugar ahora más que a lo posible, y apostar a…

No te duermes

Noche

Cierras los ojos, pero no te duermes. Sientes cómo nacen del tornado las flores de cabellos autónomos y ojos desorbitados, las sientes parir al escarabajo obsesivo que hará rodar la boñiga de la noche. La noche del silencio y el latido. La noche que se clavará en el cuello de todas las noches. La noche que no es noche sino diluvio de sombras. La noche de los pétalos negros y alados. Cierras los ojos, sueñas…

El niño y el círculo en cenizas

Hambre

La propia respiración instaura un ritmo, una progresión que no termina hasta llegar al punto del origen. La propia respiración determina la secuencia de la noche; una exhalación profunda llena el firmamento de estrellas nerviosas y hace emerger formas diversas entre la neblina. Pero es en la noche circular cuando puede verse al niño sobre la luna muerta. Deshabitado, espera a que la oscuridad avance como un río en las pesadillas. El silencio se impone…

Breves lecciones para reprimir un suspiro (o de cómo sacarle el aire a un recuerdo)

Hambre

En el jardín de mi habitación viven 5 violetas; el rosa y el blanco combinan sus tonalidades para darles color. Sólo una de ellas es de un morado intenso. Además de ser la primera habitante de ese campo local, es con la que más me acuerdo de ti. Solíamos caminar por el centro y llegar a los límites de mis recuerdos, atravesábamos tus planes que encontraban un camino para llegar a los míos. Ese mapa…

Hambriento de totalidad

Hambre

Hambriento de totalidad, luego de milenios de extravío el ser viene de vuelta. El espíritu se asienta bajo el cuerpo, la conciencia comienza de nuevo a delinear su figura en el espejo. Las manos dejan de temblar, el miedo huye por ese camino primigenio que a esta altura ha dejado de distinguirse. Luego de milenios de respirar en la niebla, el espíritu se siente entrenado para ejercicios mayores. Los antiguos sabían que después de la…

Observación minuciosa de un defecto

Hambre

Es un tipo guapo, lo sabe, lo sabe cuando por la calle las chicas lo siguen con la mirada, como si quisieran apresarlo entre las pestañas. A su paso ellas tienen ojos de planta carnívora. Las peores veces, se muerden el labio inferior y mueven la cabeza. Lo desean. Él lo sabe. Todo le es indiferente; las mira y descifra en un segundo lo que quieren, pero no le despiertan ni siquiera una sensación de…

De hambre

Hambre

Que el amor cuando tiene hambre devora, decías. Y debe ser cierto porque te has comido todo y sin masticar siquiera. Sin gota de sangre, saliva, sebo o lágrima, mucho menos orina; es más, ya no digamos nada de mis fermentos vaginales. La próxima vez, advierto, seré yo quien te deje en los huesos.    

Tiempos conjugados

Hambre

Yo no sé si sea el pánico a caer por volar tan alto o el vacío que la duda intensifica por las noches. Mi cuerpo brinca, me despierto intranquila. Los pies se mueven solos, su inteligencia radica en el continuo movimiento de mis dedos, buscan texturas que calan su piel. Remueven tierras de ideas arraigadas. Yo no sé si sea mi ansia de abandonar lo estructurado; tal vez los años intensifican el deseo por nuevos…

Famélica

Hambre

Me como los chicles, me como las letras, me como las uñas. Me trago mis palabras, me muerdo hasta sangrar los pellejitos que quedan de las horas, devoro las anomalías que se refugian en mi carne. Me como mis pies, mis manos, me como mis neuronas. Mastico ávidamente cada esquirla de memoria. Engullo estrellas, mierda, sueños, carroña. Me como todas las tormentas que caben en mi nombre, todos los cielos, todas las sombras. Y no…

Caminamos al fuego

Luz

La señal de prohibición tan clara en un lugar tan público. Prohibido fumar. En ella leo todas las prohibiciones contra el fuego: No abraces. No acerques el aliento al cristal. No tocar. No frotes tus manos. No desafíes al frío. No le sonrías al extraño. No des los buenos días, menos las buenas noches. No mires al vagabundo. No simpatices con los niños de la calle. No sonrías. No camines de noche. No mires la…

Carne de mi carne

Hambre

Tenía los labios resecos debido a la deshidratación. Hacía ya tres días que no bebía una gota de agua y tres semanas sin probar alimento. Se sentía débil, con las extremidades agarrotadas por tenerlas durante tantas horas en la misma posición. Abrazaba el pequeño cuerpo negándose a soltarlo. Creía que, si lo sostenía con todas sus fuerzas, lograría devolverle el aliento vital que hacía días había abandonado el cuerpo de su hijo. Todo se había…

Lejos

Hambre

Hay un hombre al que me gusta mirar. Lo encuentro casi siempre a la hora de la comida sentado en una de las bancas del parque que dan a la avenida. Extremadamente quieto, con la boca entreabierta y una sonrisa milimétrica, parece no inmutarse por la muerte de las palomas. Ahogado en sus pensamientos, recrea con la mirada una y otra vez la forma en que el cuello avícola se quiebra y los órganos se…

Dientes naranjas y no es por comer Cheetos

Hambre

Ser conejo es fácil. ¡Chomp, chomp! No hay tragos caros, ni hangovers. No hay preguntas después de one night stand: ¿Alcancé a venirme afuera? No hay jefes estúpidos, ni nasty costumers. ¡Chomp, chomp! No hay despedidas abruptas. Tampoco taxis a medianoche con el acelerador al fondo para no voltear. ¡Chomp, chomp! No hay calvicie a los 40 o, peor aún, a los 30. Ni caídas de huevos. Ni silencios incómodos en el lobby de una clínica…

El límite de lo incierto

Anhelos

No los mires. Guarda el espejo y finge que has encontrado un desperfecto en tus manos. Las ves y recuerdas que nunca has sido buena para colorear: eras de aquellas que se salían del contorno del dibujo, en tus mapas se notaban las rayas sin rumbo de un océano azulado. Reconoces que en ese color de barniz está la paciencia de quien te pintó tus largos dedos, esas uñas tan limítrofes te desesperan. Cuando las…

Anegar la sombra

Noche

Anegaste la casa con tus pies de oscuridad, eras la noche; todo tú eras esa negrura que para ti son todos los colores, y tus ojos que no podían ver sino sombras eran el cúmulo del espacio enmudecido. Tus ojos silencio puro, un extraño milagro gris que llegó de las tierras distantes de tu padre a mezclarse con los ojos de tu madre, siempre dispuestos a llenarse de todo aquello que fuera nuevo. Al cruzar…

Técnicas para dormir bajo tu sombra

Noche

Y qué hago si en medio de la oscuridad comienzas a traer a todos tus fantasmas. A todos los conozco, me has presentado adormilado todas sus credenciales. Tus fantasmas, que no son otra cosa que tu yo repetido. A veces son molestos, a veces sólo me atraviesan el alma. Suelen ir subiendo por las sábanas, se meten bajo mi almohada y la comban del lado derecho. He tratado de moverte, de llamarte a susurros, a…

Abuela

Noche

La noche contigo siempre fue azul. Tu brillo nos mantenía lejos de cualquier oscuridad que nos arrojara al vacío de no saber si habría mañana. Recuerdo estar recostado con la cabeza en tus piernas, viendo tus ojos cambiar de color bajo la luz de la luna, sin poder descifrar si eran azules o no o si era que la luna te besaba en los párpados dejando tus pupilas luminiscentes y opalinas. Tus ojos se llenaban de…

No apagues la luz

Noche

La sombra, el miedo, el mal se te atribuya, solícita, poeta, enferma, fría, manos del bravo y pies del fugitivo. Que vele o duerma, media vida es tuya; si velo, te lo pago con el día, y si duermo, no siento lo que vivo. Federico García Lorca Todo pasa de noche, en el tiempo en que no estás. Las historias de miedo cuentan sus mejores episodios y los animales peligrosos, ocultos tras la sombra de…

Noche sin testigos

Noche

En el día los pensamientos más densos se cristalizan hasta volverse imperceptibles. Los primeros rayos de luz traspasan estos pensamientos con facilidad, dejando ver entre las paredes todas las preocupaciones cotidianas, las llamadas, las discusiones, los besos, los olvidos, las cosas que se van a poder hacer y las cosas que no. Mientras, todas las ocupaciones se comen el día y todas las voces suenan diferentes pero dicen lo mismo en su afán por vivir…

Azul de mirada fría, antártica, polar…

Noche

Todo brillaba en la ilusión y la simulación, lo siniestro no asomaba, sólo el terror del ogro y ese cuento de que muchas lágrimas derramadas podrían hincharlo hasta alcanzar proporciones monstruosas, inflarse hasta robarme el aliento y matarme de asfixia; sin aire, una mortal inundación. Pero no eran más que cuentos, pesadillas y desvelos intermitentes: aguardaba en la noche la mirada cálida de mi madre y sus mágicas palabras, que pintaban un mundo hospitalario y…

Priscila en el empedrado

Anhelos

Lo sabías, bien lo sabías. Volviste a soñarlo como cada noche desde que decidiste que él sería el hombre, tu dios astado: el alce blanco que entra en tu habitación, que se acerca y te olfatea y con su falo te roba el himen mientras gimes tirada en la duela y te vuelves escarlata en medio de tu cuarto. Y el alce descarnado, sin piel ni músculos, es un cadáver frío parado en el borde…

En Arkansas

Noche

Hoy es una de esa noches en las que particularmente no quiero dormir. Quiero esperarte entre soñolienta y amable después de tu doble jornada en la fábrica. Si alguien me hubiese dicho a los 15 años que terminaría enredándome en las desgastadas sábanas de alguien más o que me importarían un carajo los agujeros de tus calcetines habría reído. Sobra decir que nadie me advirtió de tu dentadura mala o de tus manos tan pequeñas y tibias como las mías. Por…

La puerta

Noche

Tú no lo sabes: me quedé con la mano puesta en la perilla de la puerta que cerré al irme de tu casa. Te quería dejar dormir, irme sin que me vieras. Que los testigos de mi huida fueran tus párpados cerrados. Odio tus pupilas: su dilatación, su fijeza, su humedad, su brillo, su intención. Tus ojos me atraviesan cada que me miras. Quería dejarte. Me levanto de tu cama, a medio vestir, y camino…

La niña de mis ojos

Noche

Tantas veces vi a la niña correr descalza. Se marchó con su crueldad bajo la lluvia. Se mojó la cara y las manos; las gotas casi le abren huecos en las cuencas de los ojos. No hace mucho tiempo la volví a ver. Aún corría para escapar de su pasado, con los zapatitos de piel empapados. La malicia del asfalto hizo grietas en las plantas hasta que sus pies se hincharon con el frío. Con…

Como una estrella de diamante enfermo

Lados

Enfermo del ánimo, detenido en el lugar más árido del espíritu, miro cómo la oscuridad va ganando peso en el horizonte intranquilo. El tiempo está ahí, es un campo fértil; pero el desánimo nos hace permanecer aquí, inmóviles, observando impasibles cómo el tiempo se va llenando de polvo y nos sepulta como esas palabras brillantes que jamás se pronuncian. La oscuridad avanza, la lejanía va descomponiéndose en sus últimos magníficos colores como una estrella de…

Kilroy was here

Noche

...y sueñan caramelos a besos y dinero. Liaisons Dangereuses, Los niños del parque. Amadeus. Sesto Senso. Cosmos. El "Bayo". Electric' Q. El 101 en El Paso. Cosquilleos, ojos, oscilaciones, besos, heridas, escapes. I need you tonight 'cause I'm hungry like the wolf baby I'm alive I'm dead we've got a match animals strike curious poses voy a ser tu mayordomo open up your lovin' arms quiero llegar hasta el edén. Entretusmuslosdepolvoenterrélasnoches.   [8tracks width="260" height="300"…

Por y

Recordando días de noche

Noche

De tiempos viejos, guardados. Es impresionante el efecto efervescente que producen estas imágenes en mis debilitadas glándulas lagrimales. Día a día cada uno de estos seres tan queridos que ya no están, guardaron sus rostros con gestos fugaces. Algunos reflejando sus emociones a flor de piel, otros simplemente proponiendo una pose, todos con ropa que ya no se usa. Todos estos días los estoy recordando en las noches. Todos los días a la misma hora…

Lento

Noche

Montaron el campamento en la playa, hicieron la cena, caminaron un poco y se sentaron frente a la fogata. Uno de los Boy Scouts más chicos le pidió al guía que contara un cuento de terror. Jairo no se sabía ninguna historia pero, ante la insistencia de todo el grupo, se encontró narrando la de Marino "Lento" Caicedo. La historia era de Lento, Chorizo, Petardo y Mum-Ra, cuatro niños que hace 20 años —y a…

La fiera

Noche

Absorta ante la luz del relámpago vive la fiera, despierta el bosque en el que habita ese hombre que no duerme y que espera calcinado por esa furia ancestral que todo lo habita y a la que nada se le esconde. Desde la más lúcida intimidad el hombre observa los rincones de la habitación, son ya seis días de memorizar las telarañas del techo, los huecos de las paredes, los colores borrosos de la mañana,…

Teléfono Público [Por todos lados]

Lados

“La única obligación que tengo derecho de asumir es la de siempre hacer lo que considero correcto”. Henry David Thoreau […] Y la cosa se va a poner cabrona. Nos van a estar viendo por todos lados. Nos quieren asustados. Y pus ni modo, a ver quién se cansa primero: nosotros de chingarlos o ellos de darnos en la madre. [Interlocutor del otro lado del teléfono] Pues sí güey, pero estoy seguro de que van…

Insomne

Noche

Una sensación de sangre contenida. El revuelo que se estrella en la pared Estampa de una fuga, de un silbido leve, escaso de viento La penumbra desviada, sin rincones, apartada de la noche Ese paso descalzo no suena contra el piso El sonido de la gotera es persistente y la pupila no se contrae. Es pura dilatación en párpado abierto El reloj avanza. Pero yo me quedo ahí con la atención dispersa en las moléculas…

Devórame

Noche

Escucho el pestillo de la puerta, ya no hay nada más que hacer. Te espero desde hace algún tiempo, decidí cambiar lo feo de los que no podemos elegir por esta oportunidad poco ortodoxa. Ya no me queda arma alguna bajo la cama, la última fue dejada a propósito en cualquier lugar. Casi tímida, aguantando la respiración, aguardo a que me comas toda. Deseo que no te detengas ni dudes del socavón en el que…

Lotería

Lados

Las que aúllan. El excesivo, la que copula con sombras, la del silencio en las ganas, los de asimetría de mente. El anómalo, el hambriento, el desnudo, el roto, el despeñado. La que se come a sí misma. Los furiosos, los poseídos, los arrancados, las de papel, las transparentes. La punta de cada aguja, el trago enmendador, las descargas que profanan universos. El páramo dentro. El miasma, la materia negra, el laberinto. La luz del…

Por y

Capilaridad

Noche

Despierta la noche, con el brillo que enceguece en un parpadeo el resplandor de tus cabellos, grietas en elmármol escurriendo elixir, destilan agua de mi cuerpo se disuelve en la marea de sediento desierto. Fulgurantes raíces velan mis ojos, los dedos juegan con la penumbra se aferran se cierran apresan sin asir las fibras de tu deseo, latidos capilares fracturan las marmóreas fronteras de aposentos interiores. Guías al corazón del recuerdo, hilos de imágenes llevan a…

I think I’m paranoid

Anhelos

Me devoran todas las miradas que se adueñan de mi tiempo. Los azulejos quebrados rebuscan entre el frío los restos que mi piel ha repartido en el viento. Las horas huecas que se esconden en mis labios parten y transcriben caricias ausentes de tu boca. Transparente e inmóvil permanezco ahogada en los inciensos. Las violetas han dejado los espejos y mis ojos respiran agua del suelo, donde tus pasos dibujados se van borrando y huyen,…

Tulipanes

Anhelos

A veces morir no es suficiente, a veces el olvido no tiene esa contundencia necesaria para que la muerte resulte suficiente, a veces los brazos se pierden de cansancio y descubrimos que somos el Sebastián lacerado, el ave que se cae del nido antes del vuelo, la flor que recién abierta pierde los pétalos con su primera lluvia. Dicen que de amor no muere nadie. ¿La gente qué sabe de los alborotos crueles de la…

El cordón

Anhelos

El dedo atado con un cordón, para no olvidar. Un cordón que le robé a tu zapato izquierdo la última vez que te vi. Ni siquiera pensé si la falta del cordón afectaría tus pasos, si te caerías. Sólo pensaba que te vería de nuevo, aun si te caías. Los primeros meses pasaron, los otros dedos se encelaban de no tener ellos nada qué recordar. Y mi dedo índice se paseaba orgulloso y pedante frente…

¡Que venga!

Anhelos

Alguien piensa que las palabras con h intermedia la adquirieron porque dios les sopló encima o porque les tocó el alma. Esa h tan muda es un aliento que no sopla sobre todas las palabras, sobre todos los nombres. Alguien sostiene la h intermedia entre las manos, las frota y la fricción genera calor. El espíritu de la palabra se enciende de nuevo. Entre las manos la palabra no muere. Alguien espera el día de…

El periódico de la mañana siguiente

Noche

El problema de esa noche fue que olvidaste tu bolsa en casa. Ahí es donde todo valió madre. Lo que pasó durante el trayecto, en la fiesta y luego en el after sale sobrando. Sólo recuerdo que en ningún lado dejabas de ir al tocador. Regresabas con los labios hinchados en labial carmín, me besabas con pasión desmesurada y te acercabas tanto que noté tu acelerado ritmo cardiaco. Raro, nunca te quejaste por haber olvidado…

No somos nada

Anhelos

Estas últimas semanas he estado redescubriendo a Tons on Tails, se han convertido en mi grupo favorito del momento. Recordaba un par de canciones de ellos de los ochenta que me gustan mucho porque siempre la ponían en el Tutti y en las fiestas darks a las que iba, pero ahora que me he puesto a escuchar de nuevo sus discos con más atención me gustan mucho más. ¿O será la marihuana?, ¿el maldito lunes?,…

Ana & Nelly

Anhelos

La disco giraba alrededor del rojo intenso de un viejo bombillo. El sopor y el denso vaho de humanidad eran fáciles de ignorar dado el increíble sonido que vertían los parlantes. Salí con mucha gente pero ahora sólo quedábamos ellas dos y yo, o sea que, en cierta forma, estaban a mi cargo. El Tíbiri ponía estruendosa salsa: pura rasquiña y sudor del trópico más criminal y más bajo; bailar y tropezarse, transpirar juntos, sortear…

Por y

Gabriel

Anhelos

Gabriel es un ser de luz, bondadoso, sabio y caritativo. Se desplaza a cinco centímetros sobre el suelo, nunca tocando la tierra negra que pisamos a diario. La primera vez que lo vi estaba parado frente a "Monedita", un vagabundo loco cuyo apodo era todo su léxico. Segundos después, "Monedita" se convirtió de nuevo en Arturo, al parecer un joven de trágico pasado y malas decisiones, pero inteligente y perspicaz. Gabriel, el eterno elevado de…

Esto no es una pipa

Anhelos

He estado pensando mucho en el amor últimamente. Bueno, sobre todo en las personas enamoradas. Yo ahora no estoy enamorado y me alegro de no estarlo. Cuando veo cómo se comportan ciertos de mis amigos y amigas enamorados, se me quitan las ganas de inmediato. Es como si de pronto fueras otra persona, otra persona desconocida para los demás, con nuevos gustos e ideologías. Luego cortas y vuelves a ser el mismo. Ojo, no estoy diciendo…

Jota

Anhelos

Me pego la taza de café caliente al pecho. Calentar la congoja, que al menos al tacto haya algún indicio de lo confortable. La congoja —esta, la mía— suena como si fuera una especie de escarabajo, algún bicho que en su nombre corriente y en su denominación latina tiene muchas jotas. Es la fonética de la jota lo que hace que la congoja sea ahora tan grande, tan dura, tan insoportable. Recargo la taza caliente…

Ahora retumban los disparos

Anhelos

Al final de este cuento el niño muere fusilado y sus padres, impotentes y ciegos por las lágrimas, escuchan el sonido seco del cuerpo encapuchado contra el cemento del patio. El padre, estoico por tradición, comprende por primera vez cómo las emociones vencen a la razón. Su mano aprieta la muñeca de su mujer y la fisura un instante después del disparo. La madre no siente el dolor pero para. Para de llorar, respirar y…

Paramnesia

Anhelos

Confundida por el olor te sigo hasta la calle que no tiene nombre. Volteo para ver si alguien nos sigue y creo que estamos solos. Te busco de lado a lado con la mirada, pero el muro de piedra gris me ha cortado el paso. Sigo caminando contando mis pasos, escuchando cómo los tacones hacen eco en las paredes. Ya antes he estado aquí, pero no sé cómo y tampoco sé por qué. ¿No te…

El anhelador

Anhelos

Sé que te pone la mano en la cintura cuando te besa. Por ahora. En dos días la tendrás en tus nalgas todo el tiempo. También sé que tiene mal aliento y cuando se ríe cerca te da un poco de asco. Sé que cuando lo abrazás te parece que sus sobacos huelen un poco agrio y que siempre está sudando frío, como un animal que miente. Sé que tiene las manos fofas siempre húmedas,…

Algunas sí

Lados

Regresé de mis pensamientos justo cuando dijiste: —Siempre estás como en otro lado. Y no sabía a qué te referías. Bueno, sí sabía. Pero confiaba en que nunca lo ibas a notar. Seguías creciendo, seguías floreciendo y trascendiendo a nuestro otrora espacio de seguridad e inmunidad. A nuestro inquebrantable escondite. Tus ojos azules eran como un lejano faro. Yo lo odiaba. Lo odiaba porque me advertía de la nueva distancia entre nosotros. Encerrados en nuestra…

Con los hilos de fuera

Anhelos

El azar domina los hilos de los que cuelga el destino. No se sabe si es el dedo gordo del pie izquierdo lo que le lleva a caminar en esa dirección. O si es la espina dorsal lo que hace que mire al cielo cada tres pasos por si alguien desde arriba lo estuviera siguiendo. De ser así, lanza unas veces una mirada amedrentadora para que lo de arriba tenga que hacerse el disimulado y…

Freeman

Luz

"Para el hombre no es posible superar la velocidad de la luz y por eso no puede viajar en el tiempo..." o por lo menos, es lo que le entiendo a Morgan Freeman quien es el host del programa que veo en el cable, que vendría siendo el "cosmos" de esta generación. Al ver a Morgan sobre ese fondo degradado de celeste a blanco, recuerdo sus escenas como Dios en el piso vacío de un…

La esencia muerta

Anhelos

Porque los anhelos son la filosofía radiante del espíritu, formulan un carácter fabuloso del sentido; estimulan la voluptuosidad ante las formas. El árbol desorbita a la percepción, le crea un asenso. El agua incita al reposo y a las transparencias, es lo más parecido a la paz perceptiva, pero las altas mansiones aplacan a las explosiones imaginarias, les inyecta su anestesia gris. Se ve caer la nieve, la fuente es un círculo de hielo, un…

A(h!)parecer

Anhelos

Sólo en la medida en que es lo que puede ser, el parecer resulta, apenas, soportable.   No sé por qué cuando inundas mis ojos, mientras escudriñas tu rostro en el espejo y el reflejo de tu mirada eriza mi piel, pienso en la imperfección. Esculpida en el tiempo, detenida en el espectro: un parpadeo; incertidumbre en tus labios; titubeo en los dedos que no saben dónde reposar, una colmena desorientada y amarga; esa mejilla…

Daniel Fortiz

Obnubilante

Anhelos

Tengo un cigarrillo en el corazón, de filtro quemado y aspiración disuelta. Rasgado a la mitad no sé en qué lugar quedó mi alma. Bajo las uñas cien letras entierran sus colmillos, dentro de las venas las palabras se llenan de alquitrán. Estoy en ningún lado, distante dentro de mi cuerpo, mutilado en el tiempo. No puedo sentir mis zapatos, no puedo callar mis oídos, no puedo leer mi obituario. Perezco, y sigo tan vivo…

La última canción que no grabaste

Anhelos

Sabíamos que su voz acabaría por destrozarnos. El día de la grabación el estudio estaba paralizado y expectante, todos anhelábamos verla entrar por la puerta trasera, como siempre hacía, con los moretones del brazo, sus collares y ese chaleco tejido. Y no era sólo su voz, era la intensidad, esa mujer era un terremoto completo y nosotros una ciudad dispuesta a caer a sus pies. Ayer vino a escuchar la grabación de los músicos, esperábamos…

Perspectivas

Lados

A la orilla del mar. Las olas. El reflujo. Imagen de memoria, memoria de imagen. Desaparecer presente de ausencia. Ilimitado. Un azul profundo azogado, ahogado en el hado, abrazado e inundado, embestida la mirada, seducido el cuerpo. Un trago y un cigarrillo en la mano, escuchando la nostalgia, buscando el reverso, mordiendo la tristeza. Resistiendo a la vida de un día, anhelando eternidad, mirando detrás de las cosas, clamando estar en otro lado, en otro…

Por y

Amada madre y esposa

Anhelos

Quisiera caminar una vez más bajo la lluvia, tiritar de frío, desnudarme al llegar a la casa y tomarme un té caliente. Sentir el calor del bombillo incandescente que me negué a cambiar por uno fluorescente. Escuchar el toc, toc, toc, del reloj de pared que todos odiaban pero que heredé, con gusto, de mis padres. Sentir las arrugas expandirse por mi cara. Ver mis cabellos volverse blancos. Fumarme un bareto, tomarme un güisqui, tocarme…

Autómata de sonrisas

Lados

Me molestan las voces, todas las voces que se enciman sobre el revoloteo de las alas de los moscas que vuelan en  mi espalda. No recuerdo bien cuándo fue que empecé a escuchar un zumbido y que mi oído se volvió selectivo: sólo oigo lo que quiero cuando quiero pero estas voces, estas tontas voces, no se callan. Lo único que se me ha ocurrido hasta ahora es reír como una loca, reír hasta que…

Membranas de Luz

Luz

Se abren mis ventanas y adopto al viento táctil y precioso que aparece frente a estas hambres y frente a estos huecos que roerán el delicado filme de la memoria. (Los embelesos viajan por el nervio más endeble). Las bondades del polen milagroso cavan mis fosas con sus haces cargados de diminutas estrellas temporarias que ofrecen carenar la noche. Absorbo resplandor. Te inhalo. Te recibo.  

Por y

Medusa

Primero fue la imagen

Siempre me preguntaba de ti, siempre quiso que le dijera si tus labios de verdad eran tan suaves y delicados como parecían, si tu piel era tan tersa como esos pétalos suaves que tienen las rosas. —No,  ella es como las rosas, pero sus labios no son de esa tersura que se parece a los musgos que nacen en la lluvia. Ella es una espina, es de esas flores que lastiman. La tersura de su…

Lados

Lados

la pared que antes era el muro de carga que sostenía una casa es una cara porosa. es ella miles de rincones. en uno de ellos vive ahora un grupito de arañas. en otro el polvo ha hecho guarida y se sostiene en dos o tres agujeros. en uno más hay oscuridad. se reserva algo ahí dentro. espera. a la planta de la esquina aún le queda un brote verde entre las hojas secas. se…

El caballete de un cubista

Lados

“Qué les ocurre entonces a las cosas me deja indiferente…, sólo les queda resignarse con su suerte […]. Después podrá uno borrar las huellas de lo real” El silencio de la noche taladraba su cabeza. Los rumores en el cuarto oscuro del mundo hacían insoportable el latir vigoroso de la sangre. La mano se cerraba angustiada abrazando ese instrumento mortal. Los murmullos sin boca, sin ojos y sin rostro, exigían una acción radical: una incisión,…

Cor et Caput

Lados

Caput era el rey del Reino de Allá y se distinguía por gobernar con la cabeza. El reino era próspero, lleno de edificios, autos y restaurantes de comida rápida. Los habitantes eran ambiciosos y adictos al trabajo. Construían casas enormes, desayunaban en sus coches y tenían una sed insaciable por "lo mejor". Los niños crecían en guarderías, aprendiendo matemáticas, modales y el valor del patrimonio. Cor era el rey del Reino de Acá y sus…

Al trasluz

Luz

Y aquí estoy, otra vez… Acechando en la oscuridad, el viso donde se librará la batalla, la potencia que podrá quebrar la indócil materia. Esperando el desgarramiento de esa pétrea frialdad sin poros que ponga fin a este confinamiento. Aquí estoy, al acecho de tu fragilidad, con los ojos sedientos de color, leyendo la herida que alumbrará contrastes. Otra vez, la piel despabilándose con la caricia del agua. Dúctil jabón en el sueño de la…

Luz

Luz

Cuando me quedo viendo fijamente el teclado de mi computadora pensando qué escribir, comienzo a ver en cada tecla la cara de Astro Boy. Luego lo intento de nuevo pero ya no logro ver nada, sólo teclas con letras impresas como debe ser. Es parecido a uno de esos efectos que provocas para ver las figuras que hay dentro de los cuadros de tercera dimensión. ¿Existen todavía? En los 90 estaban de moda. Recuerdo bien…

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